Maite InchaustiEl reclamo era unánime. Los trabajadores de Mahle y unas cuatro mil personas que se congregaron en las afueras de la planta se unieron en un mismo clamor: "La fabrica no cierra".Los empleados de la empresa autopartista viven por estos días horas de angustia por el cierre de la planta ubicada en zona oeste. Convocaron a un acto en conmemoración del Día Internacional del Trabajador en busca de apoyo para lograr revertir la realidad actual que deja a casi 500 personas sin sus puestos de trabajo.
Los 500 empleados que quedaron en la calle producto del cierre de la empresa alemana fueron acompañados por una multitud de jóvenes, estudiantes y asociaciones políticas.
Empleados despedidos de la General Motors y de Cotar fueron de la partida, junto a los miembros de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra), el Sindicato de Obreros y Aceiteros Rosario y la Unión de Obreros Metalúrgicos.
Los jóvenes del Alde, del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el Socialismo Libertario, la gente del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) que encabeza Raúl Castells, miembros de la Corriente Clasista y Combativa(CCC), el Sindicato de Prensa Rosario (SPR), entre otras tantas agrupaciones que fueron a brindar su apoyo a los empleados de Mahle.
Promediando las 11 los trabajadores que enardecidos coreaban "queremos trabajar", abandonaron los redoblantes y subieron al escenario con sus banderas argentinas.
Y los redoblantes se hicieron oír con mas fuerza, al compás de un unánime "¡Argentina!¡Argentina!" mientras avanzaba a paso firme una columna de manifestantes por la calle Pedro Lino Funes. La fila del Sindicato Obrero y Aceitero llegó pasadas las 11 y minutos después lo hicieron los miembros del Partido obrero con sus banderas rojas y amarillas.
Con la Avenida Presidente Perón colmada a la altura del 5600, los empleados agitando las banderas argentinas desde la terraza de la planta y los demás obreros abrazados en el escenario se entonaron las estrofas del Himno Nacional, dedicado por los metalúrgicos especialmente a "quienes compraron la fabrica por dos monedas".
Quienes viven en barrio Godoy fueron representados por una vecina que cantó "Color Esperanza" y "Solo le pido a Dios" frente a la multitud que acompañó emocionada los temas que tan bien reflejan con algunos de sus versos, los reclamos de los industriales. Mónica Roccioni, una empleada de Mahle manifestó su desazón en una carta que leyó a todos los presentes y después fue el turno del padre Osvaldo Bufarini.
En tanto, bombos y redoblantes seguían marcando el ritmo de los cánticos de los trabajadores. "Para Cristina que lo mira por Tv", gritaba la multitud enardecida mientras podían leerse carteles dirigidos al matrimonio Kirchner.
Y los vítores siguieron, pero esta vez para dar la bienvenida a Herminia Severini, Madre de la Plaza 25 de Mayo, que arengó a la multitud, resaltó el papel de las mujeres como compañeras de los hombres desocupados y se retiró saludando con la mano en alto y al grito de "hasta la victoria siempre".
El momento emotivo se vivió cuando la esposa de "el flaco" Dimaré, ex trabajador fallecido en la planta, se hizo presente en el escenario brindando su apoyo a los empleados de Mahle y aseveró que su esposo estaba ahí entre ellos luchando.
El turno de los delegados fue el último. Sin grandes arengas políticas y con discursos sencillos y concretos, los gremialistas tuvieron la palabra. "Hace una semana que estamos defendiendo con uñas y dientes los puestos de trabajo", aseveró Martín Flayart y continuó: "Este cuerpo de delegados con errores y aciertos siempre trato de hacer lo mejor para todos y siempre vamos a estar con los compañeros".
Similar a las palabras utilizadas por el delegado Claudio Maldonado, que aseguró que se está viviendo un momento muy difícil para todos. "Lo único que pido es que no aflojemos, esto lo tenemos que sacar entre todos. ¡Aguantemos hasta el final!", reclamó emocionado el trabajador y delegado de Mahle.
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