La Municipalidad trata de erradicar el insecto transmisor de la enfermedad. Tanto el humo como repelentes aparentan ser la manera eficaz de poder combatirlos, sin embargo los casos en la región siguen en aumento.
Hasta el momento se conocen de 28 casos en la provincia, muchos de ellos son extraditados desde el norte. Y aunque el mosquito del dengue no da tregua, los operativos de exterminio están presentes en todo Rosario y alrededores. Tanto la fumigación como los repelentes tratan de apaciguar al insecto transmisor, pero los más escépticos niegan que esta sea la solución.
Cortina de humo
Luego del caso de infección en el barrio de Cabín 9, el comando de fumigación se hizo presente en la zona para ‘humear’. Un grupo de hombres con trajes blanco, similares a los astronautas, comenzaron a desinfectar el sector para prevenir posibles casos futuros.
Por su parte la Dra. Dora Mantello, coordinadora de la red de infectología municipal, duda que esta sea la solución. “La fumigación no nos va a salvar”, comentó a la conferencia dada el martes en TEA. Agregó que el humo “es el plan B” y que habría que “declarar la emergencia sanitaria” porque a fin de año podría haber más casos.
Evadiendo al mosquito
El Laboratorio de Especialidades Medicinales de Rosario (LEM) está probando variedades de repelentes para poder alejar al insecto de nuestra piel. Para el viernes tendrían los resultados. La idea es poner en el mercado un producto que sea lo suficientemente fuerte con fin de evitar el contacto con el mosquito y, por ende, no ser picados.
En líneas generales, la Dra. Mantello rescató la participación de la Municipalidad y aseguró que los basurales en los barrios empobrecidos no son causante del problema. “El dengue no es una enfermedad de los pobres”, afirmó. Al mismo tiempo aconsejó que, en caso de estar infectados, “tomar paracetamol, pero nunca aspirinas ni ibuprofeno”. Y certificó que “estamos en epidemia, aunque la palabra sea políticamente incorrecta”.
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